domingo, 26 de octubre de 2008

Estrella

Parece ser que polvo de estrellas somos, y la verdad es que siento que es real. Verlas brillar allí, en lo alto, te hace pensar... en quién sos, en lo que hay en tu interior... Justamente en nuestro interior, que es lo que menos conocemos de nosotros mismos. Algunas veces creemos conocerlo, pero nunca sabemos si pensamos en que algo nos pasa, lo imaginamos o realmente lo sentimos. Hay ciertas personas que nos provocan bienestar... ¿y es real? Puede ser una simple reacción química, puede que sea nuestro cerebro diciendo que ese alguien nos hace bien, que nos conviene estar a su lado... o puede que sintamos amor hacia esa persona, que nuestro corazón realmente se alborote a su lado, que verdaderamente la querramos. Quisiera poder distinguir lo que me dicta la razón de lo que lo hace el corazón. Quisiera saber con quién comparto porque así lo quiero y con quién lo hago porque creo que es correcto...

Para cada alma hay una estrella... Que brilla de acuerdo al amor que en cada uno reina. Si tu corazón no siente tu estrella se apagará; si el amor te desborda, con más fuerza ella brillará...

Muchas veces las ideas marean... Por no saber de dónde provienen. De todos los mareos existentes el peor (y a la vez el mejor) es el que trae el amor. Este mareo es el que más confunde, porque es el más difícil de sentir... Viene desde el centro y se extiende hacia el exterior... Es como una cascada de luz, cubre el espacio a tu alrededor y hace brillar todo por demás... "Los colores son más brillantes de lo normal y de repente todo se vuelve sepia"... muy común que a esto siga la desilución. Desilución por un sentimiento no correspondido, desilución por dolor, desilución por idealizar demasiado, desilución por conocer el amor. Porque ese amor no siempre es rosa, ni bañado en pétalos de flores... Sino que tiene momentos bellos y también momentos terribles, abismales, donde la única salida parece ser saltar al vacío... y renunciar nunca es salida. Porque renunciar es ser cobarde, no tener las agallas suficientes para enfrentar al dolor.




Giuli, principios de 2008

No hay comentarios.: